La Condición de Espectro del Autismo (CEA) como viene denominándose últimamente, o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que implica una condición de neurodiversidad ¿Y eso qué significa?
Las personas con TEA tienen un desarrollo neurológico diferente a aquellas que consideramos dentro de la neurotipicidad, pues desde que nacen, incluso antes del nacimiento, cuando empiezan a formarse las estructuras cerebrales y se empiezan a dar las primeras conexiones neuronales, ellos/as siguen una evolución distinta.
Algunas estructuras parecen verse afectadas, como la amígdala, el giro fusiforme o el surco temporal superior, relacionados con la capacidad para percibir e interpretar información social y emocional; y la corteza prefrontal asociada a las funciones ejecutivas (FFEE) como atención, flexibilidad cognitiva y planificación, entre otras.
Además, parece que en el cerebro de estos niños y niñas no se produce una adecuada poda sináptica, necesaria para consolidar las redes neuronales que más se utilizan, y obviar las que menos. Esta inadecuada poda tiene como consecuencia un cerebro menos especializado y lleno de “ruido”.
La afectación neuronal tiene su correlato a nivel conductual, y así nos encontramos con los síntomas característicos del TEA: dificultades en la interacción y comunicación social, hiper selectividad estimular, y conductas e intereses repetitivos y estereotipados.
Además de todo ello, parece que el TEA está muy estrechamente relacionado con la ansiedad.
Tradicionalmente ha habido cierta controversia con este asunto, pues algunos incluso consideraban que el TEA era un trastorno de ansiedad. Hoy en día sabemos que el TEA y la ansiedad, a pesar de compartir muchas características, son dos trastornos diferentes. Tienen en común algunas variables como que ambas condiciones implican dificultades para tolerar la incertidumbre, desregulación emocional y problemas en FFEE.
Asimismo, la alexitimia (dificultad para reconocer y expresar las propias emociones) que tienden a presentar estos niños y niñas nos pone una barrera, tanto a profesionales como a familiares, en la comprensión de sus estados emocionales. Ello combinado con que muchos de nuestros niños/as tienen severas dificultades en la comunicación social, y carecen de lenguaje como medio de comunicación.
De modo que, tenemos que ser especialmente sensibles ante ciertos signos que nos ayuden a comprenderles.
¿Cuáles pueden ser estos signos? Algunos ejemplos son:
- Agitación motriz ante ciertos estímulos sensoriales (colores, ruidos, olores, texturas, sabores)
- Problemas de sueño y alimentación ante el cambio de rutinas
- Llanto o quejas ante tareas nuevas y/o que consideran complicadas
- Aumento de las autoestimulaciones -como por ejemplo manierismos-, ante ciertos estímulos sensoriales
¿Qué podemos hacer para ayudarles?
- Modificar el entorno, reduciendo la exposición ante estímulos que les puedan resultar aversivos (reducir el ruido, ordenar la sala/habitación, retirar objetos de color fosforito, cortar etiquetas de la ropa, evitar texturas ásperas…), y organizando y estructurando las rutinas con apoyos visuales (calendarios, agendas, pictogramas…)
- Aumentar su repertorio de habilidades y otorgar las ayudas adecuadas para prevenir que se desaten crisis o estados de ansiedad elevados por la frustración
- Enseñar técnicas de relajación y control conductual, como un entrenamiento que no se ha de hacer nunca en el momento de la crisis, sino de manera previa, cuando el niño/a esté emocional y cognitivamente disponible para ello
Referencias
American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5 ed.) Edition (DSM-5). Washington, DC: Author.
Paula, I. (2013). Coocurrencia entre ansiedad y autismo. La hipótesis del error social y de la carga alostática. Revista de Neurología, 56(1), 45-59.
Paula, I. (2015). La ansiedad en el autismo. Madrid, España: Alianza Editorial.
Rogers, S. J. y Dawson, G. (2010). Early start Denver model for young children with autism. New York, NY: Guilford Press.
Leire Redondo Urbieta